Algunas de las grandes amenazas para la reputación de las compañías llevan estando mucho tiempo presentes: el fraude, la información engañosa y los desafíos de cumplimiento derivados de las interacciones con profesionales de la salud y otros responsables de la toma de decisiones. Sin embargo, según la patronal de la industria farmacéutica europea, también existen nuevos riesgos, así como nuevas herramientas digitales que ayudan a identificar problemas emergentes con el potencial de afectar al negocio.
Estos fueron algunos de los temas fundamentales abordados en la ‘Healthcare Ethics & Compliance Conference (HETHICO)’, celebrada en Bruselas este mes. La conferencia reunió a altos profesionales de cumplimiento normativo, abogados internos y otros líderes del sector para evaluar los desafíos que enfrentan hoy los sectores de la tecnología médica y farmacéutica.
A continuación, la EFPIA señala que la integridad y la confianza están en el núcleo de las compañías del sector, pero son aspectos que se pueden perder fácilmente. Por eso, en un panel titulado ‘Más allá de los titulares – Gestión de riesgos reputacionales’, se exploró cómo las compañías pueden identificar y gestionar riesgos en un entorno cada vez más interconectado.
De todos los temas abordados (enfoques de monitoreo, las lecciones aprendidas, las iniciativas de gestión de riesgos y el papel de lo digital), la patronal menciona que los que siguen generando mayor interés son los nuevos riesgos que surgen del mundo digital y la necesidad continua de desarrollar una cultura de riesgo.
En este punto, la EFPIA explica que su papel es ayudar a las compañías a entender cómo gestionar estos riesgos, incluidos los nuevos y los que están en evolución. "Uno de los desafíos que enfrentamos surge de la manera en que la información circula en el panorama digital moderno", sostiene.
Por otro lado, señala que la forma en que las organizaciones son percibidas por los pacientes, los profesionales médicos, los reguladores y las autoridades puede verse influida por las conversaciones en línea. "Esto crea vulnerabilidades, especialmente en una era de desinformación y manipulación sin límites", indica. La primera (información errónea o misinformation) se refiere a información falsa o engañosa, mientras que la segunda (disinformation) se difunde deliberadamente con intención maliciosa. "Ambas pueden ser enormemente perjudiciales para la reputación de un producto, una categoría de productos, una organización o incluso un sector entero", añade.
Seguidamente, expresa que "no se pueden gestionar los riesgos que no se monitorean". "En ausencia de buena información, el riesgo de ser tomados por sorpresa por un problema reputacional que surge rápidamente aumenta. Es hora de que los profesionales del cumplimiento hagan más en este sentido. Nuestros colegas de los equipos comerciales practican la "escucha social" —observando las conversaciones en línea— para comprender la percepción de los productos, pero las organizaciones son menos propensas a rastrear de manera constante los riesgos reputacionales", argumenta.
Si bien la inteligencia artificial (IA) puede acelerar la difusión de información errónea mediante algoritmos, precisa que las herramientas de IA también tienen el potencial de mejorar las capacidades de monitoreo, complementando la recopilación de información directa. "La IA puede ser parte del problema, pero también es parte de la solución, allanando el camino hacia una mayor automatización", expresa.
Otro de los temas abordados tuvo que ver con la tecnología, un ámbito que, según la EFPIA, dará forma al futuro de las reputaciones corporativas. Sin embargo, considera que desarrollar una cultura sólida de gestión del riesgo es fundamental para todo lo que se hace. En este sentido, señala que las asociaciones del sector tienen un papel importante al establecer normas y códigos de práctica en toda la industria. "Por supuesto, la reputación de nuestro sector depende de que todas las empresas se comprometan y apliquen los más altos estándares en todo lo que hacen", sostiene.
No obstante, recuerda que en un entorno tan dinámico, puede resultar difícil saber por dónde empezar. Sin embargo, reitera que "al desarrollar una cultura sólida, aumentar la concienciación interna sobre los riesgos emergentes y adoptar nuevas herramientas, las compañías pueden mejorar su capacidad de respuesta".
Por último, la EFPIA enumera cinco pasos para una mejor preparación frente a los riesgos reputacionales en las ciencias de la vida:
"Las compañías de ciencias de la vida continúan enfrentando una amplia gama de desafíos, nuevos y antiguos. Nuestra mejor oportunidad de respuesta es colaborar de manera conforme a las normas para comprender los nuevos riesgos reputacionales que enfrentamos y encontrar juntos la manera de resolverlos", concluye.
Fuente: El Global Farma