Desde 2020, cuando la pandemia de la covid-19 obligó a un incremento extraordinario del gasto sanitario en España hasta el 11,03% del Producto Interior Bruto (PIB), la proporción de inversión en sanidad respecto de la riqueza nacional no ha dejado de descender.
De acuerdo con los últimos datos del Sistema de Cuentas de Salud (SCS), publicados por el Ministerio de Sanidad, el gasto sanitario total alcanzó en 2023 los 142.773 millones de euros, lo que equivale al 9,53% del PIB. En 2022 este ratio se situó en el 9,88%, mientras que en 2021, aún bajo los efectos de la pandemia, fue del 10,54%. Los datos confirman así la tendencia descendente ya apuntada en ejercicios anteriores.
La reducción relativa del gasto se observa en todas las grandes partidas, pese al incremento nominal en la mayoría de ellas. Destaca especialmente la contracción del gasto en Salud Pública, que ha pasado de 5.820 millones en 2022 a 4.643 millones en 2023, un descenso del 20,2% en un solo ejercicio, lo que supone pasar del 0,54% al 0,43% del PIB. La caída se justifica probablemente por el esfuerzo vacunal y de control epidemiológico de la pandemia de 2022, que ya no fue necesario en 2023.
El resto de funciones crece, aunque pierde peso relativo. La asistencia hospitalaria aumentó un 6,22%, hasta 34.266 millones, y la asistencia ambulatoria lo hizo un 5,73%, hasta 41.269 millones. En cambio, el gasto farmacéutico mostró un avance mucho más moderado. En este sentdo, los medicamentos de prescripción crecieron un 3,54%, reflejo de la contención del gasto y la normalización de la demanda pospandemia, mientras que los medicamentos de venta libre cayeron un 1,15%, manteniendo la tónica de estancamiento de los últimos años.
También se observa un ajuste en la composición público-privada del gasto sanitario. Desde el máximo alcanzado en 2018, cuando el gasto privado representó un 30,74% del total, su peso ha ido reduciéndose hasta el 26,36% en 2023.
En valores absolutos, la inversión privada ha crecido un 9,3% entre 2020 y 2023, pasando de 34.419 millones a 37.628 millones de euros, mientras que la pública lo ha hecho un 16,7%, hasta alcanzar 105.145 millones de euros. El gasto público representa así el 73,6% del total, frente al 26,4% del privado, consolidando la recuperación del peso público tras la pandemia.
En perspectiva temporal, la composición del gasto sanitario muestra un desplazamiento progresivo hacia la atención hospitalaria. En 2010 esta absorbía el 21,8% del gasto total, frente al 24% actual, mientras que la asistencia ambulatoria ha descendido del 30,4% al 28,9%.
El gasto en medicamentos de prescripción también ha perdido protagonismo, pasando de un 13,6% del total en 2010 a 10,25% en 2023, lo que refleja la caída sostenida de la facturación en oficina de farmacia.
En conjunto, los datos reflejan un crecimiento sostenido del gasto sanitario en euros, pero una pérdida progresiva de su peso en la economía española, impulsada por la expansión del PIB y la moderación del gasto público tras el esfuerzo extraordinario de la pandemia. El sistema sanitario mantiene así sus niveles de inversión, aunque el esfuerzo relativo sobre el PIB se aproxima de nuevo a los valores previos a 2020.
Fuente: Diario Farma