La industria farmacéutica española se ha consolidado con el paso de los años como uno de los sectores más dinámicos y con mayor valor añadido para la economía a nivel nacional. Prueba de ello, las últimas estimaciones presentadas por CaixaBank Research recogen un incremento del 8,8% para el sector. Una tendencia positiva que subraya la capacidad del sector para generar riqueza, impulsar la investigación y desarrollo (I+D) y crear empleo de alta cualificación en el país. Según recoge el informe, la inversión constante en innovación, la expansión internacional y la respuesta a las necesidades de salud global han sido factores clave en este ascenso sostenido.
El informe de CaixaBank Research no solo se queda en los buenos resultados alcanzados por la industria farmacéutica a lo largo de 2024, sino que también asegura que la tendencia positiva se mantendrá con el tiempo, al menos, los dos próximos años. Aunque es cierto que no llegan al nivel de este 2024, las proyecciones que recoge el informe confirman el buen momento del sector.
"Prevemos que se desacelere a un crecimiento aún robusto del 5% en 2025, y crezca un 7% en 2026"
"La industria farmacéutica ha ganado un gran protagonismo en los últimos 25 años, siendo un motor de crecimiento de alto valor añadido para la economía española. Prevemos que se desacelere a un crecimiento aún robusto del 5% en 2025, y crezca un 7% en 2026", apuntan desde CaixaBank Research. Esta afirmación se traduce en una contribución significativa al Producto Interior Bruto (PIB) español y a una posición destacada en el panorama farmacéutico europeo y mundial.
A pesar de las grandes perspectivas futuras, el análisis de CaixaBank Research advierte de la alta exposición de la industria farmacéutica en general y, en concreto, la española, a la economía estadounidense. Este es un factor clave que la hace especialmente vulnerable a la política arancelaria que anunció en el inicio de su segunda legislatura Donald Trump. Sus políticas proteccionistas podrían dejar una huella muy importante, tal y como ha hecho ya en otros sectores, impactando así en la competitividad de las exportaciones farmacéuticas españolas.
Ante esta situación, las compañías deberán llevar a cabo estrategias de diversificación así como el apoyo a políticas gubernamentales que traten de mitigar los riesgos y explorar nuevas oportunidades de mercado. Entre ellas destaca la mejora de las relaciones con China, una potencia mundial que adquiere aun mayor importancia si finalmente el presidente de los Estados Unidos decide llevar a cabo los aranceles e incluye a los medicamentos entre los productos afectados.
A pesar de los posibles obstáculos en el camino, el análisis de CaixaBank Research refleja una confianza plena en la fortaleza del sector. Anticipando así un crecimiento en 2025 del 5%, que se traduce en un pequeño desaceleramiento influenciado, según el análisis, por la incertidumbre geopolítica, la normalización de la demanda post-pandemia o la asimilación de posibles ajustes en las cadenas de suministro.
Su capacidad para generar un alto valor añadido y su papel en la salud pública le convierten en un activo económico de primer orden, listo para afrontar los desafíos globales con una visión de crecimiento sostenido
Sin embargo, el optimismo vuelve en las proyecciones para 2026, donde prevén una nueva aceleración que alcanza un aumento del 7%. Una recuperación que sugiere que el sector tiene la capacidad de absorber los impactos iniciales y reorientar sus estrategias para mantener una trayectoria ascendente a medio plazo. Factores como la continua inversión en I+D, el lanzamiento de nuevos productos, la expansión en mercados emergentes, y la consolidación de alianzas estratégicas que podían ser clave para esta reactivación del crecimiento a niveles de 2024.
En definitiva, la industria farmacéutica se posiciona como un ejemplo claro de la resiliencia y la adaptabilidad. Su capacidad para generar un alto valor añadido y su papel en la salud pública le convierten en un activo económico de primer orden, listo para afrontar los desafíos globales con una visión de crecimiento sostenido. Aunque para concluir el análisis, desde CaixaBank Research apuntan que tanto los organismos reguladores como los políticos deberán continuar trabajando de manera coordinada para asegurar que España siga siendo un referente en la producción y exportación farmacéutica global.
Fuente: ConSalud.es